Peter Hayes tiene todo lo que un hombre puede desear: una carrera exitosa como abogado, riqueza, buena apariencia, gente que cae rendido a sus pies... y Justin, para hacer todo el trabajo pesado por él. Justin es ( “¡No es tu esclavo!” ) su socio personal. Hasta el día en que de repente deja de serlo, y la vida perfecta de Peter deja de tener sentido. ¿Su socio quiere una vida personal? ¿Quiere encontrar a su alma gemela? Inaceptable. Peter no puede creer que Justin crea en esas tonterías. Las almas gemelas no existen.
¿O sí?
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