¡Defiéndete o muere!
La pelirroja captó la atención de Ross MacKenna en el campo de batalla, y no
sólo por su belleza, era una guerrera endiablada y mortífera. Ross sabía que
era una MacKay, los eternos enemigos de su clan. Lo que no sabía era que pronto
sería su esposa, un desesperado plan que su padre había urdido para acabar con
la rivalidad entre los clanes.
El problema es que Gillian MacKay era la única de su familia que no quería la
paz. En la cama y fuera de ella, su fogoso temperamento será puesto bajo
dominio por el intenso carácter de Ross.
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