DIEGO BITTENCOURT
Durante mucho tiempo pensé que el poder y el dinero lo eran todo. Construí un imperio, hice enemigos y amigos en el mundo de los negocios, y todo eso me costó más de lo que estaba dispuesto a admitir. Cuando conocí a Maria Gabriela, vi en ella a una mujer que me desafiaba, que no se doblegaba ante mi poder. Y fue precisamente esa fuerza la que me atrajo y, al mismo tiempo, me llevó a comportarme como el monstruo que jamás pensé que sería. Lastimé a la mujer que amaba, y eso es un peso que cargo cada día. Mi historia no necesita un villano, porque yo mismo me convertí en él…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario