Nunca supe que faltaba algo… hasta que lo conocí.
Era engreído y grosero y por mi vida, no podía dejar de
pensar en él.
Alastar O’Shea estaba lleno de energía sexual.
Las cosas que decía, las cosas adictivas que hacía.
Sabía cómo hacer que me deshiciera.
Él supo amarme.
Fue la mejor experiencia de mi vida.
Pero, ¿alguna vez sabes realmente quién es alguien?
¿Qué pasa si la historia que conozco no es la historia en
absoluto?
Pensé que lo conocía.
Estaba equivocada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario