Su jefe es un chico malo y la ignora.
Ella es una niña buena y le detesta.
¿Quién dijo que vivir juntos va a ser fácil?
¿Quién dijo que vivir juntos va a ser fácil?
En la oficina todas quieren a Matt “El Tirano” Tanner, el
playboy que no para de liarse con modelos internacionales y romper corazones.
Todas excepto Emily Williams, que por el día trabaja como
su asistente personal y debe sufrir su carácter déspota, una frialdad de
témpano y su legendaria mala leche. Desde el primer momento Emily ha
procurado mantenerse lo más alejada posible del Tirano, lo que le resulta
relativamente fácil, pues él ni siquiera parece saberse su nombre de pila.
Hasta que una noche su jefe decide hacer algo que podría
poner sus vidas en cortocircuito…
Con urgencia Matt necesita convertirse en un hombre de
familia, en un marido perfecto.
Desafortunadamente su asistente personal es la única que
puede ayudarle a limpiar su reputación.
Ella es insufrible, viste con faldas de abuela y es la
última mujer que habría escogido para esto que está a punto de hacer.
Hay mucho en juego. Y como Emily se resista a
ayudarle, él podría perderlo todo. Por suerte tiene una ventaja.
Nadie puede resistirse a Matt Tanner cuando quiere algo.
Ni siquiera la cabezota de su empleada… por mucha resistencia que oponga.
A partir de entonces Emily se verá obligada a entrar en el
mundo de lujos, pecados y secretos de su jefazo para ayudarle a montar una
farsa alocada, actuando ante los demás como la pareja más dispar de enamorados
que la ciudad haya visto.
Vivir juntos, comer juntos, ir a fiestas juntos… ¿dormir
juntos?
Pero El Tirano resulta ser peligroso para ella.
Demasiado peligroso…
Y Emily pronto se da cuenta que detrás de ese hombre y su
legendaria mala leche hay una historia oscura y tan tormentosa como las noches
de Riverside.
Pero para entonces es demasiado tarde. Pues la farsa debe
continuar…
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