La Liga de los Pícaros toma lo que quieren, pero ¿han
tomado demasiado?
Durante demasiado tiempo, la señorita Emily Parr ha estado sujeta a los caprichos de su tío endeudado y a los avances lujuriosos de su repulsivo socio comercial. Su plan para dominar a los hombres para siempre, es simplemente encontrar un marido amable que la deje con sus libros. Parece un plan bastante fácil, hasta que es inesperadamente secuestrada por un duque incorregible que esconde un espíritu herido detrás de brillantes ojos verdes.
Godric St. Laurent, duque de Essex, pasa innumerables noches en el club con sus cuatro mejores amigos y disfruta de la reputación deshonesta con la que la sociedad lo ha tildado. No tiene planes de casarse en el futuro cercano. Pero cuando secuestra a una sobrina de malversadores, la difícil mezcla debutante de dulzura y lengua afilada lo hace desesperado por lo único que jura que nunca quiso: amor.
Sin embargo, cuando se rinden a la pasión, el peligro acecha en el pasado de Godrics, esperando que suelte su guarda y le robe a la mujer sin la que no puede vivir.
Durante demasiado tiempo, la señorita Emily Parr ha estado sujeta a los caprichos de su tío endeudado y a los avances lujuriosos de su repulsivo socio comercial. Su plan para dominar a los hombres para siempre, es simplemente encontrar un marido amable que la deje con sus libros. Parece un plan bastante fácil, hasta que es inesperadamente secuestrada por un duque incorregible que esconde un espíritu herido detrás de brillantes ojos verdes.
Godric St. Laurent, duque de Essex, pasa innumerables noches en el club con sus cuatro mejores amigos y disfruta de la reputación deshonesta con la que la sociedad lo ha tildado. No tiene planes de casarse en el futuro cercano. Pero cuando secuestra a una sobrina de malversadores, la difícil mezcla debutante de dulzura y lengua afilada lo hace desesperado por lo único que jura que nunca quiso: amor.
Sin embargo, cuando se rinden a la pasión, el peligro acecha en el pasado de Godrics, esperando que suelte su guarda y le robe a la mujer sin la que no puede vivir.
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