Érase una vez un monstruo.
Cuando cae la noche, sale a cosechar almas.
Es silencioso e invisible, nadie se da cuenta cuando golpea y luego se retira a las sombras.
Nuestros caminos no deberían haberse cruzado, pero lo hacen.
Un día me ve.
Entonces no puede dejar de verme.
Érase una vez un monstruo, un asesino, un diablo.
Mi acosador.
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