Shaw Daniels es la pesadilla de mi existencia.
Siempre lo ha sido. Siempre lo será.
Cuando éramos niños, me molestaba mucho porque era bueno en todo. No tenía que estudiar ni esforzarse. Mientras tanto, yo me esforzaba demasiado y aun así perdía contra él.
Luego, cuando éramos adolescentes, nuestra rivalidad se volvió retorcida. Empezó a sabotear todas mis relaciones. Yo me vengaba haciéndole lo mismo a él
Ahora, somos adultos y deberíamos poder seguir adelante. Pero cuando me convierto en fisioterapeuta de su equipo profesional de hockey, parece que no podemos dejar de lado nuestras tendencias rivales.
De repente, nuestras bromas empiezan a rozar el flirteo. Se hacen apuestas y se cruzan líneas. El tipo de líneas que, una vez cruzadas... nunca se puede volver a cómo eran las cosas antes
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