Mi tía y yo empezamos esta empresa de belleza en su cocina.
Ahora, es una empresa internacional que factura millones.
La adoro. Es toda mi vida.
Y un ricachón arrogante aparece, creyendo que puede comprarla.
Brandon Raven.
Representa todo lo que odio.
El establishment corporativo. Niños de papá. Corporaciones avaras que compran pequeñas empresas éticas y las exprimen hasta dejarlas secas.
Esperaba que mi tía presentara un frente unido contra él y todo lo que representa.
Pero mi tía quiere dejarlo. Quiere jubilarse. Quiere vender nuestro bebé al mejor postor.
Y ella es la accionista mayoritaria, así que estoy un poco jodida en este asunto.
Pero tengo algunos trucos bajo la manga
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