No todos los abogados son desalmados...
La vida de Luke no podía ser peor. Sus padres han muerto, el bar de su familia
está fracasando, ha tenido que abandonar la universidad y ahora está inmerso en
una batalla por la custodia de su hermano pequeño con sus abuelos.
Adam es un abogado muy guapo que representa a los abuelos en la batalla por la
custodia. No le agrada representar a unos clientes tan snobs, y está
definitivamente molesto por haber sido enviado al Medio Oeste para este caso.
Pero todo cambia cuando conoce a Luke. Es guapo, encantador, entiende el
sentido del humor de Adam y definitivamente merece ganar el caso.
Se supone que ni siquiera deberían hablarse, y mucho menos salir juntos, pero
tanto Adam como Luke sienten una conexión que no pueden ignorar. ¿Podrán
encontrar una manera de hacer que funcione? ¿O el caso y las cosas que tienen
que hacer para ganarlo los separará?
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