La profecía de la chica que detendría el gran mal había sido entregada a los Skriteks, los protectores Fae de la magia, siglos atrás.
La visión fue un faro mientras la buscaban, mientras eran masacrados, mientras el mal tomaba control de todo. Aun así, la seguían buscando. Él la seguía buscando.
El Rey de los Skriteks.
El hombre destinado a salvarla. Protegerla. Sin embargo, cuando la encontró, no era nada como lo que esperaba.
La orgullosa guerrera que esperaban resultó ser una chica tímida ocultando lo que realmente era, a solo unos pasos de los hombres que la matarían.
El Rey Skritek todavía podía salvarla, hasta el momento en que ella decidió no esconderse más, seguir su corazón, y con un solo beso desató la guerra que se había estado gestando en una explosión que envolvió al mundo en llamas que solo ella podía extinguir.
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