¿Alguna vez el hambre te ha hecho cometer alguna locura?
Porque eso es lo que me ha pasado desde que traje a Bridget conmigo a Dyea, Alaska.
Mi mejor amiga es una bruja con una diana en la espalda. Puede que yo no sea tan fuerte como su nuevo compañero cambiaformas, pero haría cualquier cosa por protegerla, incluso dejar atrás la vida en la ciudad y mudarme a un pueblo aislado en el norte.
Pero hay un gran problema: es un santuario sobrenatural. Hay pocos humanos en el santuario para alimentar a la pequeña comunidad de vampiros, pero todos han sido reclamados por otros. Perdí a mi donante preferido cuando nos fuimos a Alaska, y aunque Bridget se ofrece, no me parece bien cuando está emparejada.
Pensé que podría resolverlo. Es sólo un poco de sangre, ¿verdad? Pero cuando la sed me tiene al borde de volverme renegada, decido ponerme un poco... creativa.
Vale. Intento beberme un oso, ¿contento?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario