Nunca me gustaron los hombres más jóvenes que yo, hasta que él apareció y mi vida se llenó con los colores de su mirada y con todo lo que me hacía sentir cuando estaba a su lado. Sin embargo, lo que yo creía que iba a ser un «para siempre» terminó siendo un «adiós» rotundo, sin explicaciones ni contemplaciones.
¿Por qué? No lo sé. Podría decirte que yo era de las que
pensaban que es necesario saber por qué te dejan, pero cuando te hacen tanto
daño, el «motivo» es lo de menos y lo único realmente importante es lo que te
duele, tus lágrimas y lo perdida que te sientes.
Ahora tengo que reconstruir mi vida desde cero, he de
buscar otros colores y emplear otros trazos, y sé que no va a ser fácil, pero
una vez dije que lo evidente y lo sencillo era para todos, y lo difícil y lo
arriesgado, para mí. Y ha llegado el momento de demostrarlo, aunque ahora esté
llorando… Nacemos llorando, cogiendo aire, y eso es justo lo que voy a hacer.
Coger aire, superarlo y seguir.
Me llamo María Eugenia de la Rúa, voy a ser la diseñadora
de Dior y esta es mi historia.
Una novela cargada de emoción y sentimiento, escrita a fuego lento entre estrellas y constelaciones, entre lágrimas y sonrisas, porque la vida sigue siendo más, mucho más; solo hay que recordarlo.