Le he amado desde que tengo uso de razón.
El niño flacucho de grandes ojos marrones y cabello revuelto que creció hasta
convertirse en un hombre embriagador. Lleva la barba descuidada como si él la
hubiera inventado y se pasea con un contoneo que hace caer las bragas.
Killian Shepard.
Shep.
Crecimos juntos. Jugamos Ghost in the Graveyard. Teníamos nuestra propia banda
de rock. No importaba que fuera cinco años mayor que yo. No importaba que me
mirara como a una hermana menor. No importaba que me mirara como a una hermana
menor incluso cuando me estaba convirtiendo en mujer. Ni siquiera importó que
me dejara atrás para ir a la universidad. Ni siquiera importó que me dejara
atrás para ir a la universidad y comenzar su vida adulta.
Él regresaría.
Siempre estuvo destinado a ser mío.
Él regresó, sin duda. Pero en lugar de oler a promesas, apestaba a traición. Y
me destruyó -a nosotros- el día que se casó con mi hermana en lugar de conmigo.
Así que hice lo único que una chica como yo en mi posición podía hacer.
Me vengué.
Me casé con su hermano, Kael.
Ahora somos una gran jodida familia feliz.
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