Los Sebastian son los dueños de esta ciudad.
Demonios, son dueños del mundo entero.
Todo lo que quiero es un pedacito de eso, un rincón que
pueda llamar mío.
Así que cuando mi jefe huye para "encontrarse a sí
mismo", aprovecho la oportunidad y me sumerjo de lleno en el glamuroso
universo de los Sebastian. Es todo lo que siempre he querido: un ritmo rápido y
un alto nivel de exigencia y, aunque no encajo, soy excelente fingiendo.
Hasta que me encuentro cara a cara con el hombre al mando,
Scott Sebastian, el arrogante heredero playboy con la mente de un diablo y el
cuerpo de un dios y una boca en la que no puedo dejar de pensar. Es
exasperante. Es una distracción. Es el hombre que me quiere en su cama tanto
como yo quiero estar allí.
Y, si me acerco demasiado, él será la única persona que podría descubrirme como lo que realmente soy: un fraude
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