Mi jefe no es sólo el jefe llegado del infierno. Es el
mismísimo diablo. Envuelto en el cuerpo de un hombre que una vez conocí.
Bendecido con un rostro que solía amar. Mi mayor pecado. El padre de mi mejor
amiga.
Es la única persona que me ha roto el corazón.
Y ahora, cree que me tiene bajo su control.
He mantenido mi trabajo durante la friolera de cuatro años
seguidos.
Me he dejado la piel.
He puesto todos mis esfuerzos en él.
Nunca ha rehuido las horas extras.
Hice todo lo necesario para que esta empresa sobresaliera.
Nada en este mundo me convencerá de que no compró la
empresa sólo para poder vigilarme.
Es evidente que quiere que vuelva. Y, por su mirada, puedo
decir que cree que tiene una oportunidad. Pero nuestros secretos no son el tipo
de secretos que deberían salir a la luz.
Enterramos a mi mejor amiga -su hija- hace siete años.
Nos apoyamos el uno en el otro de maneras que nunca
deberíamos haber hecho...
No he encontrado exactamente a Dios, pero lo que sí hice
fue alejarme de los demonios de mi pasado.
No soy una santa, pero ya no soy un pecadora.
Y el infierno tendrá que congelarse antes de permitirme caer de nuevo en los brazos de Jacob
No hay comentarios.:
Publicar un comentario