Ryder Toussaint es un millonario experto en finanzas, cuyas
cicatrices del pasado aún lo torturan. Hostil y encantador; apasionado y
distante; son solo algunas contradicciones que lo caracterizan. Las mujeres lo
desean, y los hombres lo admiran por su reputación en la jungla empresarial de
Nueva York. Cuando el trato comercial más ambicioso de su carrera corre peligro
por culpa de una exasperante mujer, Ryder toma una inusual decisión que pondrá
su ordenada vida del revés.
Julianne, “la piedra en su camino”, ahora está en deuda con
él, así que Ryder hará un control de daños a su modo. Tan solo debe ignorar la
extraña opresión en el pecho que siente cuando los expresivos ojos de Julianne
lo observan, como si fuesen capaces de ahondar en la oscuridad que en él
habita.
Julianne Clarence es testigo de cómo su esperanzadora
entrevista de trabajo se evapora el día que sufre un accidente de tránsito. El
arrogante con rostro de Adonis, “el agraviado”, pretende que ella asuma el
costo de la reparación del lujoso automóvil que él maneja. ¿Pueden las cosas
irle peor a Julianne? Claro que sí, después de todo posee un gran magnetismo
para los problemas, y acaba de encontrar uno colosal en Ryder Toussaint.
La propuesta que él le hace a cambio de no demandarla por
el accidente es ridícula; el orgullo la impulsa a pensar muy bien su respuesta.
Sin embargo, el verdadero reto consiste en ignorar la burbujeante química que
siente por el insufrible empresario.
¿Podrá Ryder abandonar el cinismo y doblegar su soberbia? ¿Logrará Julianne abrir su corazón y domar la testarudez? A veces, los accidentes son parte de un plan del destino para unir dos vidas o destruirlas para siempre, en especial cuando las cicatrices del pasado amenazan con crear nuevas heridas.
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