Secuestrada por un multimillonario. Parece el comienzo de
una película romántica cursi. Excepto porque esto es la vida real. Mi vida.
Aquí estoy, en un yate, navegando alrededor del mundo, escapando de mi pasado
con un hombre que jura que solo lo hace por protegerme. Enamorándome de un
criminal del que no tengo por qué enamorarme.
Supongo que podrías llamarlo síndrome de Estocolmo. Quizás tengas razón.
El caso es que ya amé a Levi una vez. Cuando yo era más joven. Cuando él era
más pobre. Cuando no jugaba con armas ni hacía tratos con el diablo.
Ahora no importa lo fácil que sea rendirme ante sus caricias o lo bien que me
siento cuando me abraza, sé que es mejor no volcar mi corazón en esto. No soy
más que la mujer que él robó de su maldita casa. Su víctima. Su juguete.
El mundo me está buscando.
Y cuando me encuentren, esta casa de cristal se derrumbará.
No terminará bien para Levi y no puedo permitir que arrastre mi corazón con él
a la cárcel. O peor...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario