Quinn de Sayerne ha soñado por un largo tiempo con el día
en que volvería a su hogar. Desencontrado con su padre, Quinn vuelve para
demandar Sayerne, la propiedad abandonada después de la muerte de su padre.
Ésta es su herencia y él la ha estado esperado. Sayerne es suya por fin... o
por lo menos así lo piensa él. Cuando Lord de Tulley lo convoca, Quinn espera
que le concedan la propiedad de su querido hogar. Pero Tulley tiene otros
planes en mente. Quisiera que Quinn se case con una mujer que Tulley ha elegido
para él. Con Sayerne en juego, Quinn sabe que hay solamente una cosa que puede
hacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario