Es conocido por muchos nombres, pero espera que lo llame Maestro.
Como el futuro don DiFiore, debería saber más que nadie que no somos los
buenos, pero cuando atrapo a un hombre aún más depravado a punto de
aprovecharse de una mujer inocente, pierdo mi concentración el tiempo
suficiente para cometer el error más grande de mi vida.
El tipo cuya vida tomé, resultó ser el hijo del fiscal del distrito.
Soy el sospechoso número uno, y soy tan culpable como el pecado. Es lógico que
el único que puede salvarme es el mismo diablo.
Su nombre en clave es Echo, pero lo llaman el Fantasma, y es el reparador más
notorio en el negocio. El psicópata moralmente apático que está dispuesto a
encubrir cualquier crimen, sin importar cuán atroz sea, siempre que esté
dispuesto a pagar el precio. El dinero es una cosa, pero una mirada a esos ojos
plomizos y estoy bastante seguro de que este tipo quiere más que eso. Él me
quiere, y estoy demasiado inclinado a dárselo, en cuerpo, mente y alma.
No soy ajeno al lado oscuro, pero él vive en lugares que incluso las sombras
temen tocar. Estamos tan mal como dos personas pueden estar el uno para el
otro, pero cuando me toca, lo siento, las brasas de la oscuridad que ha
despertado dentro de mí se agitan. Llamando.
¿Qué pasa cuando el hombre que está contratado para arreglar todo es el hombre
que está destinado a romperme?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario