¿Quieres saber qué le sucede a un hombre que apenas logra salir de una tragedia, solo para caer en los brazos de la única chica en el mundo que nunca podrá tener?
Otra tragedia, eso le sucede.
Cuando tenía seis años, mi padre tomó una decisión que cambió el curso de toda
mi vida.
Por lo que hizo, la única chica que he amado se convirtió en la única chica que
nunca podré tener.
En muchos sentidos, la tuve...
Tuve sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primera sonrisa. Tuve sus
hitos, sus angustias, y sus sueños. Tenía su corazón tan unido al mío que no
sabía dónde terminaba ella y comenzaba yo.
Solo que, a medida que pasaban los años, las líneas se volvieron borrosas, y
cuanto más borrosa es la línea, más fácil es cruzarla.
Dicen que la tragedia viene de tres en tres.
Para mí, eso era cierto.
La primera me cambió, la segunda me quebró y la tercera me sanó.
Pero en el centro de toda esa tragedia... hay una historia de amor.
Y en el centro de esa historia de amor...
Está June.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario