Hacerme pasar por mi hermana gemela durante dos meses es una locura incluso para mí. Pero ¿qué otra cosa puedo hacer?
Por una vez en mi vida, es mi hermana quien me necesita a mí y no yo a ella. Además, ¿quién no desea pasar el verano en las Tierras Altas de Escocia?
Vale, a cambio, tengo que cuidar de un niño de seis años. Nunca me han gustado los niños; ni siquiera cuando yo era una. Son cabezotas, caprichosos y molestos. Encima, también tengo que lidiar con su estricto padre. Un intransigente y malhumorado terrateniente con los ojos verdes más bonitos que he visto en mi vida y al que los pantalones de traje le hacen un trasero de infarto.
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