No debería haber sido tan complicado como lo era. Estar
alejado de su empleada, la única mujer que quería más que nada. Bunny. Brice
había querido a Bunny durante los últimos dos años. Él la había visto... la
deseaba. Y a pesar de que estaba acostumbrado a conseguir lo que quería, lo
único que deseaba pero no podía tener era a ella. Pero dos años fue mucho
tiempo para esperar por la única cosa que necesitaba desesperadamente en la
vida. Y Brice había terminado de esperar. Estaba dispuesto a hacer suya a Bunny,
aunque eso significara perseguirla hasta que se diera cuenta de que eran el uno
para el otro.
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