Erik Keston, hijo del imperio inmobiliario Keston, sabe lo
que se necesita para tener éxito. A pesar de su heredada riqueza, se
mantiene a sí mismo. Trabaja duro y es brillante. También está secretamente
enamorado de su mejor amigo.
Monroe Wellman perdió a sus padres hace tres años y nunca se ha recuperado. Heredar la empresa familiar y la riqueza no significa nada, y su espiral de autodestrucción está muy extendida y es espectacular. Apodado el chico malo de Sydney, pasa más días borracho que sobrio, y la única persona que está a su lado en todo esto es su mejor amigo.
Pero cuando Monroe toca fondo, Erik le da un ultimátum, y todo su mundo se detiene. No es hasta que la neblina se levanta que Monroe puede ver realmente que lo que ha estado buscando nunca ha estado en el fondo de una botella, sino a su lado todo el tiempo.
Una historia entre amigos y amantes, sobre la lucha contra los demonios internos, sobre la confianza en el amor que ocupa su lugar. «Porque cuando todo lo que bebes es odio, eso es todo lo que hay dentro de ti»
Monroe Wellman perdió a sus padres hace tres años y nunca se ha recuperado. Heredar la empresa familiar y la riqueza no significa nada, y su espiral de autodestrucción está muy extendida y es espectacular. Apodado el chico malo de Sydney, pasa más días borracho que sobrio, y la única persona que está a su lado en todo esto es su mejor amigo.
Pero cuando Monroe toca fondo, Erik le da un ultimátum, y todo su mundo se detiene. No es hasta que la neblina se levanta que Monroe puede ver realmente que lo que ha estado buscando nunca ha estado en el fondo de una botella, sino a su lado todo el tiempo.
Una historia entre amigos y amantes, sobre la lucha contra los demonios internos, sobre la confianza en el amor que ocupa su lugar. «Porque cuando todo lo que bebes es odio, eso es todo lo que hay dentro de ti»
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