
Para sorpresa de Zandy cuando llega a la casa del profesor Graeme un día después, la puerta no la abre un viejo erudito quisquilloso, sino el hombre salvaje y apasionado que conoció en Londres. Frío y reservado de día, Oliver es encarecidamente goloso con ella por la noche, y no pasará mucho tiempo antes de que Zandy se enamore de las dos versiones de él: el profesor distante y el amante generoso y rudo. El problema es que el verano no dura mucho, y Zandy ya tiene un billete de avión esperando para llevarla a casa...
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