Cuando la madre de Sienna se volvió a casar y se marchó a
París con su marido, se resignó a ser criada por su ama de llaves. Sienna
nunca esperó que su nuevo hermanastro, Grant Foster, el incondicional señor
de Wall Street, le asignara un equipo de guardaespaldas, la trasladara a su
multimillonario ático y empezara a llamarla princesa. Desafortunadamente,
mientras Grant la malcría, sigue manteniéndola a distancia.
Siena puede ser joven, pero su cuerpo sabe lo que necesita. Y aunque su hermanastro esté prohibido, no puede evitar preguntarse qué se necesita para agotarlo...
Siena puede ser joven, pero su cuerpo sabe lo que necesita. Y aunque su hermanastro esté prohibido, no puede evitar preguntarse qué se necesita para agotarlo...
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