DE ENEMIGOS A AMIGOS Y LUEGO… ¿CÓMO LLAMAMOS A ESTO?
Sandra ya ha besado a demasiados sapos en su vida como para saber que no se
convierten en príncipes y que solamente te dejan muy mal sabor de boca. Está
cansada de que los hombres solo la deseen para un rollo de una noche, para
disfrutar de su cuerpo y de sus curvas como si fuera un vulgar souvenir, y
de que ninguno quiera comprometerse con una relación de verdad. Acaba de pasar
por una humillante ruptura y siente que ya no puede correr el riesgo de tomar
más malas decisiones con su vida sentimental.
Por eso, cuando llega el jefe nuevo y resulta ser un hombre muy diferente a
como ella pensaba, levanta todos los muros de contención posibles para no
enamorarse de él… pero él se lo pone muy difícil. Aunque al principio es
difícil de creer, debajo de la fachada de tiburón de los negocios de Fran
resulta que hay un hombre tierno y simpático, además de uno de los tipos más
atractivos que se han cruzado en su vida.
Fran lleva mucho tiempo con su vida en piloto automático, limitándose a ligues
de una noche y a trabajar demasiado. Es guapo, es rico y acaba de asumir el
reto de dirigir una de las empresas de su padre. Sin embargo, no se esperaba a
una mujer como Sandra como insospechada compañera de trabajo. Ella es
vivaracha, testaruda, pero también dulce y… sorprendentemente atractiva. El día
que Fran descubre que ella se ha convertido en una buena amiga, también
comprende que, por primera vez en su vida, él no quiere que sea “solo” una
amiga.
¿Pero cómo hacer que Sandra baje todas las defensas y admita que entre ellos
dos podría haber más que una buena relación de trabajo… e incluso más que una
relación de amistad? Nadie va a creerse jamás que un hombre como Fran esté
locamente enamorado de una mujer como Sandra… ni siquiera ellos mismos.
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