Nunca ocurren cosas buenas después de las 2 am. Sobre todo, en Las Vegas.
Por lo menos no cuando piensas en ellas la mañana
siguiente.
Tener acceso a un fideicomiso y tener un bebé, probablemente no sean las
mejores razones para casarse.
Pero anoche, después de más cocteles de los que puedo recordar, parecía un plan
grandioso:
Tú te casas conmigo, así yo podré cumplir con los requisitos para heredar
billones de dólares.
Yo te embarazo, para que tu sueño de tener un bebé se convierta en realidad.
Cuando el guapísimo y terriblemente arrogante Declan Carter sugiere este trato,
acepto.
Bajo la condición de que solo permaneceremos casados hasta que me embarace.
Porque lo último que quiero en este mundo es que este playboy esté involucrado
en la vida de mi bebé.
Por lo menos eso era lo que yo creía, antes de que empezáramos a vivir juntos.
Pero mientras más conozco a Declan, menos falso se siente nuestro matrimonio.
La forma en que me sonríe, me toca, me besa…
Cuando empiezo a sentir nauseas matutinas, nos puedo imaginar como una
verdadera familia.
Por un breve momento, espero que nuestra historia pueda
convertirse en un cuento de hadas…
Hasta que nuestro secreto queda expuesto. Y todo se pone en riesgo.
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