Lily recibe una oferta laboral que sería imposible de
rechazar luego de que haya sido despedida como enfermera en la clínica donde
trabajaba hasta entonces.
El nuevo trabajo sería en una mansión enorme y lujosa.
¿Pero puntualmente de qué?
La propuesta económica es mucho mayor a la que se hubiese
imaginado y no existen posibilidades de que la deje pasar, así deba armarse
alguna mentira acerca de su profesión.
Pero a partir del momento en que conoce al señor Boone, el
dueño de la mansión, queda totalmente hipnotizada.
Fuerte, grande, guapo, ojos azules y pelo castaño.
Decide aceptar el trabajo pese a la gran intriga que le
produce aquello que esconde este hombre… que también viene con algo más…
Una propuesta concreta.
No tiene otra opción más que aceptar, así ponga en riesgo
una porción de su libertad y aceptar dubitativamente las reglas dentro… donde
una de ellas es: no subir bajo ningún concepto al segundo piso.
Por las noches se oyen ruidos extraños que vienen de
arriba, donde se ubica la habitación del señor Boone.
Golpes, gemidos, placer…
Un día toma la decisión de subir hasta allí. Descubrirá algo impensado.
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