Por fin tenía una cita con el bombero más lindo y tierno de la ciudad.
Pero justo en el mejor momento de nuestra cita, recibió un llamado y tuvo que
volver a la estación de bomberos.
Resulta que alguien había abandonado a un bebé en la puerta de la estación.
Y como no tienen idea de cómo cuidar a un bebé, acuden a mí por ayuda.
Ahora, me estoy quedando en la estación de bomberos con ellos tres.
Tres hombres corpulentos, musculosos, con camisetas ajustadas y tiradores.
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