York siempre ha deseado el amor de una mujer. Pero lo que
más desea es una familia y escuchar el sonido de la risa de los niños en su
hogar. Como la mayoría de las vampiras no son capaces de tener niños, se ha
iniciado un programa en donde, para asegurar la continuación de la especie, los
vampiros deben luchar con puños y colmillos y así conseguir un puesto y la
oportunidad de estar con humanas elegidas cuidadosamente para resultar
irresistibles a los vampiros. ¿Por qué entonces York desea a la mujer que no
puede tener?
Cassidy se siente feliz porque ha sido seleccionada para la
fase experimental de las pruebas del Programa, una tarea no apta para
pusilánimes. Lo único que tiene que hacer es permitir que algunos vampiros
beban de ella y sobrevivir el tiempo suficiente para que le paguen. Entonces
regresará libremente a su casa. Después de haber renunciado a su trabajo no
tiene otras opciones disponibles. Tres días... Lástima que un gran y malvado
vampiro esté decidido a interponerse en el camino de sus planes.
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